El cambio climático se define como las variaciones en el clima que se atribuyen de manera directa o indirecta a la actividad humana que altera la composición de la atmosfera a nivel mundial y a esto se suma la variabilidad natural del clima que se ha observado durante periodos de tiempo comparables.
Estas variaciones climáticas provocan acontecimientos extremos tales como; terremotos, huracanes, tormentas, sequias, nevadas, tsunamis entre otros. Estos fenómenos afectan de manera directa a todos los sectores (transporte, forestal, vivienda, industria, infraestructura, agricultura, energía, ecosistemas, recurso hídrico) que interactuaran en la dinámica de un país.
Como consecuencia de los cambios observados a lo largo del tiempo, los países se vieron en la necesidad de establecer marcos regulatorios internacionales en los que se comprometen a controlar y reducir sus emisiones e impactos al medio ambiente. Estos marcos tienen el objeto de establecer medidas y /o paramentos para guiar el uso y aprovechamiento de los recursos naturales y las actividades productivas que no son controladas. Dicho marco jurídico regulatorio tiene su base en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC) abierto a la firma en 1992 durante la Cumbre de la Tierra en Río, la Convención fijó varios propósitos entre los cuales establece lo siguiente “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmosfera a un nivel que impida interferencias antropologías peligrosas en el sistema climático.
Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible”.
Guatemala es uno de los países comprometidos a nivel mundial para luchar contra los efectos del cambio climático, es evidente que los eventos climáticos que han azotado el país han aumentado en intensidad en las últimas décadas y, ante la reacción en la atención de desastres, la tendencia pareciera dirigirse a tener cada vez más pérdidas y daños, además esto se potencializa ya que Guatemala es un país altamente vulnerable no solo por su ubicación geográfica si no por sus condiciones sociales tales como el alto índice de pobreza, inequidad y exclusión social lo que hace que la población guatemalteca sea más vulnerable. Para contrarrestar y disminuir esta vulnerabilidad es necesario el adaptarse a los efectos del cambio climático.
En el país se cuentan con una amplia gama de normativa para la protección del medio ambiente dentro de esta normativa el tema de cambio climático el cual es relativamente nuevo y surgió a partir del protocolo de Kyoto. Dos grandes esfuerzos en el tema es La Política Nacional de Cambio Climático Acuerdo Gubernativo No. 329-2009 y la Ley Marco para la regular la reducción de la vulnerabilidad, la adaptación obligatoria ante los efectos del cambio climático y la mitigación de Gases de Efecto Invernadero, Decreto 7-2013. Estos dos instrumentos establecen responsabilidades, orientan, rige y dan lineamientos para tomar acciones específicas en los distintos sectores del país, con el fin de reducir la vulnerabilidad.
En el área de infraestructura (construcción) tanto la Política Nacional como la Ley Marco de cambio climático se enfocan a la calidad de la infraestructura, y establecen que en Guatemala debe de adoptar estándares y diseños de construcción de toda obra física que tomen en cuenta la variabilidad climática y los efectos del cambio climático.
Todas las normas se deben de aplicar partiendo de las zonas o regiones más vulnerables y estas acciones se deben de tomar en cuenta tanto en el sector público como privado, lo que se pretende con estas acciones tan puntuales es el hacer la infraestructura del país resiliente a los efectos del cambio climático, y evitar grandes pérdidas económicas y de vidas humanas a la hora de un acontecimiento extremo.
Acerca del autor:
Karla Fabiola Díaz Ibarra, Ingeniera ambiental graduada de la Universidad Rafael Landívar cursando actualmente Maestría en sostenibilidad, Medio ambiente y Energía Renovable IRE de la Universidad Galileo. A lo largo de la trayectoria ha liderado y colaborado en distintos proyectos de clientes como MARN, AGEXPORT, WWF y Fundación Solar. Actualmente apoyando a la elaboración del Plan de Acción Nacional para la Adaptación y Mitigación al Cambio Climático de Guatemala.